El Paritorio de Ocurrencias del Ministerio de Consumo ha presentado una Batería de Medidas de Optimización de los Recursos Domésticos para Minimizar el Impacto de la Fluctuación de los Precios en la Economía Familiar (léase apretarse el cinturón cuando todo sube):
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Calefacción: No la ponga. Además de ser un lujo pequeñoburgués, con ropa interior térmica, un traje de neopreno o un pijama manta no pasará frío ni en Calamocha.
Carne aviar: es preferible comerse un pollo que una polla porque ésta al menos proporciona un alimento tan asequible como los huevos, que están al alcance de todos los bolsillos.
Carne conejil: también es mejor comer conejo que coneja porque ésta puede parir cada año más de 40 crías de carne barata.
Carne bovina: como la carne roja es muy mala, en vez de chuletones coma chuletillas, menos caras y más pequeñas.
Créditos: no se entrampe jamás. Confórmese con lo que tiene y será más feliz.
Freír: en lugar de aceite, utilice manteca de cerdo; es saludable y aunece mucho más.
Hijos: no los tenga y verá lo que es no gastar.
Lavadora: no la ponga. Lave a mano, con agua fría y jabón Chimbo. No hay mancha que se resista.
Leche: tómela deslechada. Es tan parecida al agua que, ya puestos, use la del grifo que es mucho más barata.
Luz eléctrica: no la encienda nunca. Realice su actividad entre la salida y la puesta del sol. Con la cosa de las estaciones ya se compensarán los días.
Pan: utilícelo solo para empujar, nunca para untar: consumirá menos y de paso no ingresará calorías innecesarias apurando el salsurrio del plato.
Pañales: no use desechables, vuelva a los de tela lavables. Además de ahorrar, generará menos residuos. Consejo válido para el bebé y su bisabuelito.
Papel higiénico: realice primero un test de teñido con una sola hoja: si da negativo, perfect: ya no necesitará gastar más papel.
Pescado: consuma barbo o carpa del Ebro, no hay lubina ni rodaballo más salvajes (lo único, las espinas).
Plancha: No malgaste electricidad ni tiempo: la arruga no será bella, pero sí más barata.
Roscón de Reyes: en su lugar, consuma roscón republicano (igual de malo pero subvencionado).
Seguro de hogar: tampoco gaste dinero en esto. Si se le quema el piso okupe otro y a vivir. Este Ministerio lo apoya.
Seguro de sanidad privada: no lo contrate, verá como la gran mayoría de las dolencias se pasan solas mientras espera a que lo atiendan en la pública.
Seguro del vehículo: tampoco. Para eso está el Consorcio de Compensación de Seguros, que depende de Economía (chúpate esa, Calviño).
Tarjeta de crédito: destrúyala y no solicite otra. Cuesta mucho más soltar el dinero en efectivo que se ve y se toca.
Viajes: no intente huir de la realidad; viaje a su propio interior y si no le gusta lo que encuentre, procure mejorarlo.