Columnas Jocosas

Portada de Columnas JocosasTítulo: Columnas Jocosas
Publicado por: Ediciones SAL
Fecha de publicación: 2016
Páginas: 222
ISBN: LO-899-2016

Tras doce años de publicación semanal de El bisturí en el Diario La Rioja, en 2016 me animé a publicar por mi cuenta una selección de doscientas columnas pretendidamente humorísticas que titulé "Columnas jocosas".

El libro, magníficamente diseñado y maquetado por mi hija Isolda, fue generosamente prologado por José Luis Prusén de Blas, director del periódico y principal responsable de mi colaboración de los jueves en la sección de Opinión.

El libro no se comercializó y lo he utilizado como regalo.

 

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El cuerpo 10

 

Así llaman al cuerpo humano estéticamente perfecto pero yo quiero referirme al completamente sano en condiciones ideales. ¿Imaginan cómo será cuando erradiquemos las actuales principales causas de enfermedad en los próximos años? Verán. Para empezar, en breve dejará de haber gestaciones. No sólo las fecundaciones sino también el desarrollo embrionario y del feto tendrán lugar en máquinas perfectas donde además los manipuladores genéticos podrán trabajar con total comodidad.

Así que, además del adiós a los problemáticos embarazos, partos y cesáreas, las nuevas hembras nacerán ya sin matriz. A continuación caerán las glándulas mamarias (pero del todo) y se acabó esa pesadilla del cáncer de mama (y de paso la de las revisiones ginecológicas). Los varones también se librarán al fin de la próstata y de la ya innecesaria erección, pues les aspirarán el esperma con una jeringa para inyectárselo a la máquina. Al no desempeñar ya su doble función eyectora-receptora, la vagina acabará obliterándose. El pene, por su parte, se irá atrofiando hasta convertirse en un diminuto botón perforado para la emisión de la orina, pero sólo durante un par de generaciones. Pues cuando den con la depuradora sanguínea portátil se suprimirá por decreto el muy cancerígeno aparato urinario y la solución intravenosa de nutrientes necesarios para la vida será el fin del no menos enfermizo aparato digestivo. La administración de oxígeno a través de balas subcutáneas recargables, a su vez, permitirá suprimir bronquios y pulmones, o sea bronquitis, tabaquismo y otro terrible cáncer más.

Privados de sus tubos respectivos, los restantes orificios corporales (boca, nariz, oído, ano) irán ocluyéndose uno tras otro. La piel, por último, se cubrirá de por vida con una película adhesiva que la protegerá de cualquier agresión solar o terráquea. Y entonces ya no harán falta médicos ni cirujanos pero faltarán psiquiatras para atender a tanto maniquí de escaparate enloquecido por no poder meterse en el robot unos caparrones con berza, fumarse una faria, soltar un buen cuesco o echar un polvo. Créanme, el cuerpo 10 también tendrá sus cosas.