Guía práctica para escuchar música

Título: Guía práctica para escuchar música
Publicado por: Ma Non Troppo
Fecha de publicación: Enero de 2023
Páginas: 250
ISBN: 978-84-18703-47-8

Sentir, comprender, escuchar.

 

En el último tercio del siglo XX los melómanos nos beneficiamos del creciente interés editorial por la música llamada «seria», «culta» o, más comúnmente, clásica. Sin duda fue un interés paralelo al aumento de la oferta de este tipo de música, propiciado por las emisoras de radio, las cadenas de televisión, las emisoras por internet y, lo último, por las descargas de emisiones en continuo (streaming). Al mismo tiempo, la proliferación de auditorios y salas de conciertos u ópera, pero también de casas de cultura y cívicos en pequeñas localidades han multiplicado el número de festivales, conciertos y recitales en vivo que actualmente se celebran por todo el país. 

El objetivo de muchas de aquellas publicaciones, desde libritos de bolsillo a enciclopedias, era «introducir» o guiar al potencial oyente en el mundo de la música clásica. Un mundo que muchos imaginan maravilloso. pero del que, como los antiguos descubridores de tierras repletas de tesoros, recelan por temor a toparse con dificultades insalvables. Un nuevo mundo inexplorado donde resulta fácil perderse en su intrincada selva de madrigales renacentistas, oratorios barrocos, sinfonías clásicas, conciertos románticos, dramas musicales y piezas atonales. Un mundo donde se habla un extraño idioma (ritmo binario, re bemol o fa sostenido, andante con moto, modulación, concerto grosso, belcantismo, anacrusa) cuya incomprensión no invita adentrarse en él sin un traductor cogido de la mano.   

Los autores de introducciones a la música (citemos como ejemplos las de Aaron Copland, Ottó Károlyi, Kurt Phalen, Howard Shanet, Graham Wade o Manuel Valls i Gorina) adoptaron diferentes puntos de acercamiento a ese mundo, pero todos coinciden en dos ideas básicas que necesariamente comparte el del libro que tiene en sus manos: el mejor método para aprender a escuchar la música es justamente escucharla, y los libros podrán ayudarlo a entenderla, pero nunca a sentirla. En esa línea, Guía práctica para escuchar música no debe entenderse como un libro de autoayuda destinado al lego en la materia animado a dejar de serlo, sino esa mano amiga que lo guiará con seguridad en busca de los fantásticos tesoros musicales que aguardan desde hace siglos nuevos descubridores.

Con un lenguaje inteligible didáctico y ameno, este libro pretende enseñar a escuchar música con la convicción de que comprenderla ayudará a cumplir su verdadera razón de ser: emocionar. Su gran ventaja, frente a cuantos le precedieron en el intento, es la posibilidad que las últimas tecnologías en material audiovisual ofrecen al lector para convertirse al mismo tiempo en oyente, gracias a los enlaces a grabaciones que acompañan al texto. En el capítulo dedicado al Timbre de su libro Cómo escuchar la música, una recopilación de conferencias publicada en 1939, el compositor estadounidense Aaron Copland necesitó varias páginas para intentar describir cómo suenan un oboe, una trompa o un violonchelo. Las siguientes páginas permiten escuchar esos sonidos que, parafraseando el proverbio, valen más que mil palabras.

El cuerpo humano es un organismo increíblemente complejo cuya fisiología no necesitamos comprender para vivir. Tampoco hemos de saber cómo funcionan el motor de nuestro vehículo para conducirlo, o la complicada tecnología de internet para navegar por la red. Del mismo modo, no es necesario entender de música para sentirla. Sin embargo, muchos aficionados a escuchar obras de Vivaldi, Mozart, Beethoven, Chaikovski o Mahler las disfrutarían aún más si supieran reconocer su forma, identificar su ritmo o desentrañar su estructura. Puesto que «no se puede amar lo que no se conoce», o si se prefiere, se ama más lo que mejor se conoce, el objetivo de este libro es potenciar el disfrute que la música proporciona al lector-oyente capaz de sentirla, ayudándole a comprenderla y, por tanto, a mejor escucharla.  

En su libro La Música y sus formas (1981), el guitarrista y divulgador musical Wade lo dejó bien claro: «Todo conocimiento musical ayudará al oyente a disfrutar más a fondo de cualquier interpretación, tanto en vivo como grabada. Pero la música es un arte puro, que lleva nuestros oídos de sonidos que no tienen que traducirse a símbolos escritos para comprenderlos. La música sólo existe cuando se escucha. Es el oyente el que importa, no el lector». 

Naturalmente, la que llamamos clásica no posee la exclusiva de la música mundial. Además de los distintos géneros de música moderna, surgidos a lo largo del siglo XX en la cultura occidental (jazz, blues, rock, pop, rhythm and blues, punk, metal, disco, tech, indie, rap, reggae, etc.), hay una extraordinaria variedad de música folklórica repartida por los cinco continentes cuya enumeración sería exhaustiva. Todas ellas quedan fuera del alcance de este libro, que se ocupa de la música clásica creada en Europa durante los últimos cinco siglos.